Las columnas de parlantes para voces fueron uno de los primeros sistemas utilizados con éxito.
El concepto era muy simple: un arreglo en línea vertical de pequeños parlantes (normalmente de 8”), daba un patrón de dispersión horizontal abierto y vertical cerrado.
Desgraciadamente la directividad natural de todos los arreglos con fuentes múltiples de radiación directa son dependientes de la frecuencia.
La primera longitud de onda de un arreglo vertical en una columna de parlantes de 8” (8” x 2.54 = 0,203 m.) y la responsable de generar interferencia por solapamiento, se producirá a los 1.670 Hz. Esta frecuencia está en el centro de la inteligibilidad de la palabra. A medida que la frecuencia baja, la dispersión aumenta hasta hacerse omnidireccional.
A frecuencias mayores las ondas se separan en haces y comienza a aparecer el efecto denominado filtro peine (comb filter), es decir cancelaciones en frecuencias armónicas.
Como ventajas, podemos señalar que la gran cantidad de reproductores permite manejar mayores potencias y dada la simplicidad del gabinete, su reducido peso y tamaño, resultan económicos.
En los años ‘70 se comenzó a necesitar mas potencia, dado que la música de rock and roll era mas fuerte. A medida que los niveles necesarios aumentaban, los sistemas de dos vías se hicieron inadecuados por razones de potencia y distorsión, empezando entonces los sistemas de tres y cuatro vías.
Sistemas para grandes conciertos
A partir de los años 80 surgieron, en el mercado del refuerzo de sonido, sistemas con nuevas formas. Algunas de sus características eran:
- Mayor tamaño.
- Rango completo.
- Mayor potencia de salida.
A fines de los ochenta empezaron a aparecer los procesadores electrónicos, que protegían al sistema mediante compresión, alineación de fases y ecualizaciones. Hoy en día todos los fabricantes de equipo para sonido profesional poseen diseños que no solo contemplan el aspecto acústico sino también la facilidad de transporte en giras, controlando sus dimensiones, pesos, herrajes y elementos de fijación. En general todos estos sistemas pueden disponerse apilados a los lados del escenario o colgados del techo mediante aparejos.
Veremos a continuación las características de ambos métodos de montaje.
Sistemas apilados (Stacks)
El amontonar enormes cantidades de cajas con parlantes y bocinas no garantiza mas volumen ni mejor sonido, sin importar la marca de los gabinetes. Sin embargo, en eventos de menor tamaño, la facilidad de montaje de los sistemas mediante el apilado de cajas los mantiene aún vigentes.
A pesar de que cada fabricante da sus propias recomendaciones, y es conveniente seguirlas, hay algunos criterios generales que siempre deben ser tenidos en cuenta:
1.) Utilizar la menor cantidad de gabinetes o bocinas, ubicados en un solo punto, con la mayor presión posible y la dispersión necesaria. Distribuir parlantes por todo el terreno solo sirve para cuando se trate de música funcional.
2.) No mezclar marcas y modelos de diferentes productos, ni siquiera para rangos de frecuencias diferentes. Siempre será preferible un sistema mas compacto de una sola marca
con el modelo recomendado por el fabricante para cada frecuencia.
3.) Los amplificadores también deben ser iguales, con los procesadores recomendados y las frecuencias de cruce correctas.
4.) Los gabinetes de baja frecuencia deben ubicarse preferiblemente en el centro de la pila y en forma vertical, para lograr dispersión de medio espacio hacia la audiencia y en sentido horizontal. La ubicación de los sub - lows no es importante.
Las bocinas de medios y agudos deben apuntarse a cada área o sector de la audiencia, con la energía suficiente para llegar con buen nivel en forma individual al último oyente, sin superponer los reproductores hacia una misma zona.
Sistemas colgados (Clusters)
Una forma de mejorar la proyección del sonido hacia la audiencia es disponer los gabinetes de medios y agudos a cierta altura e inclinarlos hacia la platea. Por supuesto la mejor manera de llevar a cabo esta tarea es “colgando” un enorme “racimo” (cluster) de cajas acústicas del cielo raso del auditorio. En cuanto a las cajas de graves es conveniente dejarlas sobre el piso, no sólo porque las bajas frecuencias son menos direccionales, sino también para aprovechar el suelo como una guía de ondas natural.
En la figura se aprecia la mejor distribución del campo sonoro que se logra en un sistema colgado comparado con uno apilado.
Colgar pesados gabinetes, muchas veces con sus amplificadores, enforma simple y segura, no es un trabajo menor. Es necesario disponer de todo un sistema de rigging para hacerlo y muchas veces, aún así, es imposible. Las cajas deben haber sido diseñadas para tal efecto, poseer una estructura sólida, refuerzos internos, herrajes para sujeción y una certificación especial.
La persona responsable de realizar el trabajo debe tener conocimientos específicos y experiencia en trabajos de altura. Generalmente se utilizan aparejos eléctricos a cadena para el izado y otros accesorios como grilletes, mosquetones, cables de acero y eslingas de fibra.
En lugares cerrados (teatros, auditorios, etc.) suelen elegirse puntos de sujeción en las cabriadas del techo. Pero en lugares abiertos es necesario construir estructuras o andamios
especiales. En cualquier caso se debe tener especial cuidado en la elección de los puntos de sujeción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario